Imagina encontrarte ante una acción que la ley prohíbe y castiga, realizada en un momento y lugar específicos.
Ahora, eres tú quien tiene el poder de entender cómo el legislador, con el objetivo de proteger bienes sociales valiosos, califica una conducta como dañina, reprochable y susceptible de sanción dentro de un sistema legal determinado.
Tabla de contenidos
El Derecho Penal y su Enfoque en los Delitos
Específicamente, el Derecho Penal es la rama del sistema legal que se encarga de regular tanto los delitos de comisión (acciones prohibidas por la ley como el secuestro, homicidio, estafa y robo) como los de omisión (la falta de acción que la ley exige, lo que lleva a la violación de un bien protegido por el legislador).
Para diferenciarlos, consideremos el ejemplo del homicidio: este puede ser cometido tanto por quien envenena a otra persona (un delito de comisión) como por quien se niega a alimentar a su propio hijo hasta que muere de desnutrición (un delito de omisión).
No siempre es necesario causar daño para que una conducta se considere delictiva.
Los llamados “delitos de peligro” ocurren simplemente con la realización de la acción prohibida, independientemente de los resultados que puedan derivar de ella.
Por ejemplo, quien provoque un incendio y ponga en peligro la propiedad de otras personas o de la comunidad comete un delito de peligro.
No es necesario que ocurra un daño real, el simple riesgo es suficiente para considerarlo un delito.
Delitos Consumados vs. Delitos en Grado de Tentativa
Existen dos categorías principales de delitos: los consumados y los “en grado de tentativa”.
La diferencia radica en que los primeros se han ejecutado en su totalidad, mientras que en los segundos, los autores no pudieron completarlos debido a circunstancias ajenas a su voluntad.
Por ejemplo, cuando ladrones ingresan a una vivienda para robar, recopilan los objetos que planean llevarse, pero la policía interviene antes de que puedan salir.
Lógicamente, las penas para los delitos en grado de tentativa son inferiores a las que se imponen a los delitos consumados, según el artículo 44 del Código Penal Argentino.
Delitos Imposibles
También debemos considerar los “delitos imposibles”, que ocurren cuando el autor lleva a cabo la acción prohibida, pero desde el principio es imposible que el delito se complete.
Por ejemplo, apuñalar repetidamente a una persona con la intención de matarla, creyendo que está dormida, cuando en realidad ya está muerta.
Estos delitos pueden ser instantáneos, consumados de una sola vez (como causar una lesión o hurtar) o permanentes, que se prolongan en el tiempo (como la privación de la libertad en un secuestro).
El Rol del Estado y el Congreso
En Argentina, el Estado Nacional, a través del Congreso de la Nación, desempeña un papel fundamental en la definición de las acciones consideradas delictivas y en la determinación de las penas correspondientes.
Esto se logra mediante el Código Penal. Por otro lado, las provincias regulan los procedimientos y las formas en que se llevarán a cabo los juicios, utilizando los códigos procesales penales.
Clasificación y Regulación de los Delitos en Argentina
En Argentina, los delitos se encuentran detalladamente regulados en el Libro Segundo (de los delitos) del Código Penal de la Nación Argentina.
Estos delitos se clasifican en varias categorías:
1. Delitos contra las Personas:
- Delitos contra la vida.
- Lesiones.
2. Delitos contra el Honor:
- Calumnias.
- Injurias.
3. Delitos contra la Integridad Sexual:
- Acoso sexual.
4. Delitos contra el Estado Civil.
5. Delitos contra la Libertad:
- Delitos contra la libertad individual.
- Violación de domicilio.
6. Delitos contra la Propiedad:
- Hurto.
- Robo.
- Abigeato.
- Extorsión.
- Estafas y otras defraudaciones.
- Daños.
7. Delitos contra la Seguridad Pública:
- Incendios y otros estragos.
- Delitos contra la seguridad del tránsito y de los medios de transporte y comunicación.
- Delitos contra la salud pública, como envenenar o adulterar aguas potables, alimentos o medicinas (artículos 202 a 208).
8. Delitos contra el Orden Público:
- Instigación a cometer delitos.
9. Delitos contra la Seguridad de la Nación.
10. Delitos contra los Poderes Públicos y el Orden Constitucional.
11. Delitos contra la Administración Pública:
- Atentado y resistencia contra la autoridad (artículo 243).
- Falsa Denuncia.
- Abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos (artículo 248).
- Cohecho y tráfico de influencias (artículo 256).
- Malversación de caudales públicos (artículo 263).
- Denegación y retardo de justicia (artículo 274).
- Falso testimonio (artículo 275).
- Encubrimiento (artículo 277).
12. Delitos contra la Fe Pública:
- Falsificación de documentos en general.
- Fraudes al comercio y a la industria (artículo 300).
13. Delitos contra el Orden Económico Financiero.
Cada una de estas categorías abarca una amplia variedad de conductas que la ley prohíbe y sanciona en función de su gravedad y sus consecuencias. La comprensión detallada de estas clasificaciones es esencial para entender cómo funciona el sistema legal en Argentina.
Conclusión
En resumen, el mundo del derecho penal en Argentina es un sistema complejo y bien estructurado que regula una amplia gama de conductas y sus consecuencias legales.
Comprender los conceptos de delitos de comisión y omisión, delitos de peligro, delitos consumados y en grado de tentativa, y delitos imposibles es esencial para navegar este terreno legal.
Además, es crucial reconocer el papel del Estado y el Congreso en la definición de delitos y penas, así como la importancia de los códigos procesales penales provinciales en el procedimiento judicial.
Esperamos que esta guía te haya proporcionado una visión clara y detallada del mundo de los delitos en Argentina, lo que te permitirá comprender mejor tus derechos y responsabilidades en el ámbito legal.
Recuerda siempre buscar asesoramiento legal profesional cuando sea necesario para tomar decisiones informadas y proteger tus intereses.